LA VIDA ES SUEÑO
Aquella
tarde de abril la húmeda hierba bendecida por la lluvia del medio día, calaba
en nuestros pies desnudos profanándolos hasta los huesos. La suave brisa de la que
la atmósfera gozaba era sumamente agradable y los rayos de sol afloraban
tímidos tras las nubes que había dejado la tormenta, iluminado nuestros rostros
jubilosos.
César
me tomaba fuerte de la mano y mientras decoraba cariñosamente mi pelo trenzado
con una flor violeta, me regalaba una sonrisa cautivadora. Sabía que ese gesto
suyo me desarmaba por completo y no dudaba en utilizarlo a su favor.
-
¿Ves aquella nube, la más grande? Algún día seremos tan libres como ella- me
dijo mientras hundía en mis pupilas una mirada súbita.
-
No tengo tal certeza, nuestra vida no es tan fácil como la de un cuento de
hadas, ni siquiera se le parece- le contesté con algo de tristeza en mi voz.
Seguimos
caminando en silencio agarrados de la mano, mientras las energías se conectaban
en forma de corrientes tórridas que traspasaban nuestras almas sin compasión. Al
final del prado se podía avistar un hermoso puente de piedra al que nos
dirigimos atraídos, pues un magnetismo nos acercaba hasta él de manera
sobrenatural.
-
¡Ven rápido! - grité mientras me soltaba de su mano, pues no podía creer lo que
en mis ojos se proyectaba. Un río de lava ardiente atravesaba el puente, pero
no desprendía calor si no un frío gélido que me hizo estremecer. Volví la vista
atrás y lo puede contemplar estupefacta, su sonrisa se había transformado en
una mueca malvada, y sus manos, ahora garras, me empujaban hacia un abismo
infinito.
- Abre los ojos, no todo es lo que
parece, una pesadilla la tiene cualquiera. - me susurro suavemente al oído y me
besó en la mejilla.
#palagrafías. Relatos de 300 palabras.

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