jueves, 26 de octubre de 2023
jueves, 19 de octubre de 2023
EL ÚLTIMO DÍA DE MI VIDA
El aroma del café recién hecho
anunciaba el nacimiento de un nuevo amanecer. Las calles de la ciudad, vestían
con un manto de nubes blanquecinas que apenas dejaban dibujar las figuras de
los escasos transeúntes que las habitaban.
Me levanté temprano dejando
tras de mí la cama alborotada un día más de tantos, pues quería aprovechar ese
plazo de veinticuatro horas que me restaban, para cumplir todos mis más
profundos deseos antes de partir.
Me tomé el tiempo necesario
para disfrutar de una agradable ducha bien caliente, utilizando mi gel favorito
de aroma a coco en una proporción bastante generosa. Cerré los ojos mientras el
agua a una temperatura casi volcánica, recorría mi cuerpo desnudo proporcionándome
el bienestar necesario para comenzar aquello que terminaba.
Para empezar bien el día y
tras el café “mañanero” para no entrar mucho en detalles, tomaría con mi
familia y amigos un desayuno de churros con chocolate bien caliente en la
terraza del Café Mercantil bajo el gustoso calorcito de una de sus estufas de
llamas chisporroteantes. La tertulia y las risas aseguradas nos conducirían en
un suspiro hasta la hora del ángelus.
El ángelus para los de mi
entorno y para mí siempre ha sido sagrado y se toma a partir de las doce. En
este caso siempre contamos con la compañía de una buena rubia y como yo elegía
en este día, invitamos a la celebración a “Estrella Galicia” ¡esta buenísima cuando
se recubre de esa escarcha que la hace irresistible! Bien fría, al contrario
que la ducha.
- ¡Camarero otra ronda!
Y ponte de tapa ochío de Baeza con morcilla de caldera de la Sierra de Cazorla-
Básicamente porque en
el infierno no creía poder disfrutar de lo que para mí es uno de los mejores
manjares para el paladar. No soy muy exquisita como podéis comprobar, pero sobre
gustos no hay nada escrito, así que ese día nos saltaríamos la dieta a la
torera, sin remordimientos.
- ¡Que rule otra ronda
de purillos Don Julián, que la ocasión lo merece! -
Aquello se nos empezaba a ir de las manos,
literalmente.
El café lo omitiríamos
ya que llegados a este punto el reloj marcaba las siete de la tarde y el gibao
(llamado así en mi pueblo) nos estaba esperando (Gin Tonic en la capital) ahí
sí que ya se lio el lío, así que como dijo Maira Gómez Kemp “hasta aquí puedo
leer” o más bien escribir.
Llegué a casa exhausta,
con dolor en la tripa de tanto reír, no sin antes despedirme de la cuadrilla
bailando la última canción de la noche, y como con chocolate empezó esté día
con el chocolatero llegó a su término.
- ¡Paquito… eh! -
¿Y si disfrutamos cada
uno de nuestros días como si fuese el último? Por suerte o por desgracia nunca
sabremos cuando de verdad llegue ese momento, así que aprovechemos cada
instante, disfrutemos de cada risa, abracemos fuerte, seamos intensos, o como
nos dé la gana, pero seamos felices a diario.
¡Salud!
A la pregunta propuesta ¿Qué harías el último día de tu vida? Contestar sin límite de palabras.
miércoles, 18 de octubre de 2023
RENACER
Rota y ahogada mi sonrisa en el reflejo de un inerte espejo
INMARCESIBLE
Imposible
acallar esas profundas y crueles palabras, que aún retumban en mi mente.
Nací y
morí en el mismo instante en que la enfadada voz acusadora me maltrató.
Mi
mundo girando a mil por hora, desconcierto, incertidumbre que congeló mi
corazón ardiente.
Apnea,
alma desnuda, ropa blanca, lágrimas resbaladizas, mi pecho atropellado,
suspiro.
Rosas
perfumadas son con sus espinas, grandes pasiones y amor.
Corazones
encadenados, suaves besos, dulces caricias, que acabaron en traición.
Entendí
que la maldita distancia, que en la trinchera nos separó.
Solo
era una vez más el universo con su plan divino, destino suspicaz y precoz.
Ilusiones
vagas de momentos felices, ahogadas sonrisas, eternas miradas, desvanecieron en
el infinito.
Barrancos
de añoranzas perdidas que, en cada pequeño detalle, me llevan a ese tiempo aún
deseado.
La fe
en la humanidad murió para siempre, celebrando así su triste funeral en mi
corazón marchito.
Eterno
e inmarcesible, por ti es mi sentir ahogado, en otra vida te espero no tardes
porque te extraño.
Reto #acróstico INMARCESIBLE premiado con el reconocimiento semanal.
Así como algunas personas y sus melodías, hay libros que son inmarcesibles. Foto tomada en la biblioteca municipal de Baeza.
jueves, 5 de octubre de 2023
DILE
SI A LA VIDA
- ¡Rápido, tienes que entrar
al examen! – me ordenó.
Me despedí de él con la
certeza de que sería la última vez que nos veríamos.
-Adiós mi amor- susurre,
mientras el rastro de su coche se perdía en la oscuridad de la solitaria
avenida.
Durante aquellos eternos
sesenta minutos mi cuerpo tembloroso ya no sentía miedo, solo quería que el
minutero del reloj cabalgara deprisa, acelerar el tiempo con una varita mágica
para que llegase el momento de llevar a cabo el plan que en mi mente se había
estado ideando durante todo el día.
Ya no sentía miedo, solo rabia
con el mundo y conmigo misma. Estaba claro, aquella tarde dejaría de un lado
los temores, mi sentencia esta vez era firme e inamovible. Estaba totalmente
decidida a cometer la mayor cobardía que a un ser humano se le puede pasar por
la imaginación.
Tomé las pastillas a
escondidas y las guardé en el bolso, aquel sería mi último examen y esos dos
besos en las mejillas la despedida final.
Pero al igual que aquel punto
de inflexión se interpuso en mi camino para que tomara aquella atropellada
resolución, su abrazo fue el aliento que le faltaba a mi vida en ese momento y
entonces sentí miedo a perderlo y miedo a perderme.
- ¿Pensabas que te soltaría? –
murmuró, mientras agarraba fuertemente mi rojiza cara entre sus manos.
- ¡Juntos saldremos de esta! -
me dijo, sonriendo con una enorme tristeza.
En la vida hay pozos oscuros
de los que es difícil escapar una vez que tropezamos y nos encontramos en el
fondo. Esos agujeros llamados errores, decepciones, problemas, si no son bien
gestionados pueden hacernos acabar en la profundidad de una peligrosa
depresión.
Escuchar las señales es de
vital importancia, ante todo ¡vive!
“Dile SÍ a la vida”






