viernes, 3 de noviembre de 2023

 

 

TÉ PARA TRES

 

En estos tiempos de controversia en los que discuto a diario con mi mente, sigo sin comprender en qué momento morí en vida para los ojos de Laura. Aun durmiendo en mi misma cama cada anochecer, resguardados por la misma cobija que se torna fría como un tempano con su presencia, intento buscar aquellos momentos de felicidad que compartimos, cuando abrazaba mi torso desnudo y me juraba que siempre sería el hombre de su vida. 

La quise con alma y corazón, soporté todo por ese amor que le tenía, enmudecí mis sentimientos, ahogué mi pena y mi dolor hasta que un día no dio para más. De que aún la quiero no cabe duda, pero siento que nunca fui suficiente para ella, me lo demuestra cada día cuando mi beso escurridizo no es suficiente para hacerla siquiera sonreír.

En este vacío al que me lanza a diario desde hace tiempo, intento encontrar la felicidad efímera en otras situaciones de la vida, dándome cuenta de que no solo soy yo el roto. Marta llora en mi pecho a veces, sin saber por qué, en otras ocasiones lo hacemos juntos y a veces, solo basta ese silencio y un abrazo en la oscuridad para sentir que en esta ruleta rusa de las relaciones todos estamos tocados en mayor o menor proporción por algún tipo de flecha.

Y es así como el corazón tiene razones que la razón desconoce, y es por eso que cada día el té para tres está servido en taza de porcelana, bien caliente como si de un ritual inglés se tratase.

Las tazas sobre el mantel, la lluvia derramada, un sorbo de distracción buscando descifrar una mirada, la miel en los labios, el hielo en el corazón y el reloj que marca la hora punta de la partida.




Reto #palagrafías Escribir un relato de 300 palabras a partir de lo que te sugiera esta imagen.

En esta ocasión Té para tres de Gustavo Cerati es la canción que acompaña a mi escrito.






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