LAS
TROMPETAS DEL APOCALIPSIS
Hoy me soñé al atardecer
caminando a la orilla de una mágica playa. Los colores que el sol reflejaba con
su puesta, dejaban disfrutar de un maravilloso cuadro de pinceladas anaranjadas
salpicadas sobre el infinito cielo, mientras el enorme sol era engullido por el
mar sin piedad.
Paseaba tranquila dejando que
la brisa refrescara mi rostro, esa tarde el mar estaba tranquilo y las pequeñas
olas apenas alcanzaban a refrescar mis pies desnudos, la quietud era absoluta.
A lo lejos
pude divisar sobre una enorme roca la silueta borrosa de un chico de mediana
edad, vestía pantalón blanco arremangado hasta las rodillas y camisa del mismo
color, en sus manos sostenía delicadamente una trompeta dotada de un brillo cegador.
La melodía que escapaba de la mágica campana era hipnotizadora, tanto que no
puede evitar caminar hacia él. A la vez que nos aproximábamos, el mar se volvía
revuelto y el sol se transformaba en nubarrones negros que barruntaban una
fuerte tormenta, sentí miedo, pues aquella melodía sin duda, me estaba
conduciendo hacia un infierno sin precedentes.
Ahogada
por la marea que azotaba descontrolada y sumida de repente en aquel caos, caí
de rodillas frente a aquella inmensidad que ahora me atacaba despiadada. Alce
la vista a la roca, volvió la cara, la maldad estaba reflejada en su rostro
anteriormente angelical.
-Toma
mi mano- me dijo una voz algo ronca.
En
medio de aquel apocalipsis, pude ver a aquel anticristo ataviado con ropa negra
y ojos color azabache, tan oscuros como su semblante. Apreté con fuerza aquella
mano oscura que me ofrecía y en ese instante el mar volvió a su serenidad
mientras aquel individuo me regalaba una sonrisa maliciosa a media asta.
El
demonio bueno me llevo al cielo, mientras las trompetas angelicales del
apocalipsis resonaban en las tinieblas.
Reto, relato de 300 palabras con lo que sugiera #elmar

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