CORAZÓN
SIN EMOCIÓN. DIARIO DE UN TIRANO
Siempre fui un despiadado
tirano, alguien acostumbrado a que los demás pensasen de él de esta manera.
Crecí y forjé mi personalidad
adulta, dentro de un núcleo familiar que me reprochaba cada acto supuestamente
ilícito que cometía, y digo supuestamente ya que en aquel tiempo solo era un
crío y en esas edades la maldad es prácticamente nula. Reconozco que era un
poco travieso, pero nadie nunca, logró ver mis virtudes más escondidas.
Adopté ese rol en la vida,
total, siempre hice todo mal de cara a lo demás, así que llegó un momento en el
que no me sentía culpable, pues era la normalidad en mí, ser el villano al que
todos conocían por sus hazañas perversas.
Nadie percibe la verdad que
habita en mi interior, pues decidí recubrir mi corazón con una robusta coraza para
protegerme de los que me rodean.
Hace un tiempo alguien se
cruzó en mi camino sin esperarlo, una persona que me hizo pensar y reflexionar
sobre mí. Pienso que es algo parecido a un ángel de luz en este oscuro camino.
Ella me mira con dulzura, me
escucha y me acompaña incluso en los momentos en los que mi tiranía innata sale
a relucir de la peor de las formas. Mi corazón, sin emoción aparente, parece salirse
del pecho resquebrajando ese escudo que lo resguarda, cuando me acaricia el
pelo y me abraza fuertemente como uno de sus mayores tesoros.
-Cuídate, siempre estaré aquí,
no lo olvides- me repite.
En realidad, eso me da mucho
miedo, pues de alguna manera inexplicable, ha logrado agrietar mi tiránica
autoprotección convirtiéndome en alguien vulnerable, y lo que es peor, en
alguien bueno, al contrario de lo que siempre me han hecho creer.
¿Puedo aparentemente ser tan
importante para alguien? ¡Yo el malo de la película!
Reto #latirania
Relato de 300 palabras con lo que te sugiera #latirania
Aprendamos a mirar más allá de las etiquetas, quizá nos estemos perdiendo conocer a grandes personas.
Pilar Pérez Cuevas, junio de 2023.

No hay comentarios:
Publicar un comentario