jueves, 24 de agosto de 2023

 

ANGEL DE LUZ

 

-Te quiero- suspiré.

-Yo también te quiero, pero esto no es sano- respondió.

Aquello fue solamente el principio de un final en suspensión, el presagio de lo que sucedería meses más tarde. Algo no iba bien, lo podía notar en la trayectoria de su mirada, que asustada se dirigía al infinito.

Esclava de sus creencias y pensamientos inculcados por una familia políticamente correcta y bien llevada, María decidió sacrificar lo que sentía por el hecho de seguir el camino recto, el que le enseñaron como adecuado. Estableció entonces, ser correcta a ser feliz.

Fue tanta la incertidumbre y la no comprensión de lo que sucedía que solo me quedaba intentar entender el porqué de esa decisión. Comencé en ese momento a perseguir de todas las maneras posibles mi felicidad, tras su marcha repentina.

En el camino de la aceptación aprendí a soltar los pensamientos que a mí también me esclavizaban y a cambiarlos por sentimientos de comprensión sin prejuicios previos hacia todos los demás.

En esta trayectoria en la que me encuentro, cada día conozco más gente sometida a lo que la sociedad y la familia imponen para ellos. Sería muy fácil ser feliz si todos lograsen transformar esas creencias, pero siento que es difícil modificar esos razonamientos supuestamente lícitos, aunque ellos, no ayuden para nada a alcanzar el camino del propio bienestar.

Ser esclavo, a veces es estar preso de pensamientos que nos autodestruyen y no dejan abrir la mente y el corazón.

Me llamo Ángel, y me autodenomino como un hombre libre de prejuicios. Camino por la vida contento, siendo simplemente yo, sin importarme lo que piensen los demás, total es su humilde opinión.

Gracias a María, aquella chica infeliz de ojos profundos, desperté para aterrizar en mi nuevo amanecer, libre de esclavitud.

¿Libre o esclavo? Tú decides.



Nuevo amanecer en Baeza

Reto #esclavitud. Relatos de 300 palabras



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