El pie izquierdo no me quiere hacer ni caso, ¡vamos
holgazán hoy tenemos mucho trabajo que hacer! desde luego como está la vida, ¡esto
no pasaba hace doscientos años! Siempre con una sonrisa en la boca y lleno de
alegría, Nicolás preparaba con cariño y
dedicación los enormes sacos llenos de ilusiones y revisaba todo minuciosamente
para que saliera a la perfección. Se ponía su traje de gala, se peinaba la
barba y tomaba un gran vaso de chocolate caliente. Ahora un poco de magia y… ¡jo
jo jo, Feliz Navidad!, gritaba mientras se elevaba sobre aquel cielo
estrellado. A dormir pronto, pues hoy se cumplirán todos vuestros sueños.

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